Al estallar la Segunda Guerra Mundial, en los Estados Unidos existen dos marcas fabricantes de motocicletas que fabrican modelos para la policía y el ejército: Harley Davidson e Indian. Sin embargo, es Harley la que se beneficia del conflicto, firmando un contrato con el ejército que le da la exclusividad durante la guerra. Por tanto, se fabrican miles de motocicletas Harley Davidson destinadas al campo de batalla. Sin embargo, cuando la guerra termina, existe un excedente de unidades que se revenden a los soldados que regresan de Europa a un precio simbólico. Los jóvenes que vuelven de la dura realidad vivida llegan a la mojigata sociedad estadounidense con un medio de locomoción propio y objetos, ropas y símbolos arrebatados al enemigo alemán.
Comienza a darse el fenómeno de rebeldía entre estos jóvenes descontentos, y poco a poco se agrupan en pandillas motorizadas para divertirse, evadirse y rebelarse. Muchos de ellos modifican sus monturas, las potencian y las mejoran, creando así las primeras custom. Algunos grupos se atavían con símbolos del ejército alemán como cruces de hierro, águilas imperiales, etc, como muestra tanto de orgullo por haber combatido, rebeldía, identificación y reafirmación como grupo, forma de escandalizar, etc. Aparecen ritmos y sonidos tachados de socialmente inapropiados como el boggie, swing, etc, que comienzan a formar parte de la incipiente cultura popular de estos jóvenes.
Ya en los años 50, es el rock and roll el que con sus ritmos llama la atención de muchos jóvenes que además mantienen la motocicleta como vehículo y toman el relevo de los anteriores de la post-guerra. Es aquí cuando realmente se crea el vínculo irrompible entre "customs" y rock, y que ha acompañado hasta ahora mismo el movimiento. Aquí aparece también lo que años más tarde se llamará Kustom Kulture, (deliberadamente escrito con "K").
En los 60 y 70, las custom son una forma de vida. Grupos de motoristas errantes recorren los Estados Unidos con sus motos personalizadas y escapan al control de las autoridades. El movimiento toma fuerza por la influencia, además de la música, de nuevas corrientes entre los jóvenes (cada vez más descontentos con su Gobierno), siempre buscando una utópica Libertad.
En décadas sucesivas, y gracias en gran medida al cine y la música, la "kustom kulture" se expande por todo el Mundo hasta llamar inevitablemente a la puerta de la Industria y establecerse como estilo de un tipo de moto que jamás desaparecerá porque generación tras generación encandila a millones de personas. Hoy por hoy, desde un punto de vista práctico, las motocicletas custom están fuera de lugar ya que las motos actuales las superan con creces en agilidad, velocidad, comodidad, eficiencia y en definitiva tecnología, pero según todos los usuarios de customs, ninguna moto transmite las sensaciones que estas motos pueden transmitir, especialmente en el caso de las míticas Harley-Davidson.
fuente lord drax
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